Os dejo una receta fácil, perfecta y que nunca me falla para hacer un merengue suizo buenísimo con el que podréis hacer casi «cualquier cosa», desde decoraciones de tartas, decorar cupcakes, como topping en unas simples natillas que las transformará en algo increíble y con el que triunfaréis seguro. Además podéis teñirlo y aromatizarlo con los colores y aromas que mas os gusten. Así que ya sabéis, si tenéis unas claras que os han sobrado de otra receta y sois de los que le pondríais merengue hasta a la sopa, no tenéis excusa,esta es vuestra receta.
Vamos allá.
Ingredientes:
- Claras de huevo, pueden ser las que venden ya en botella refrigeradas.
- Doble cantidad de azúcar blanca.
Utensilios que vas a necesitar:
- Bol
- Balanza o peso de cocina.
- Cazo anti adherente.
- Lengua.
- Kitchen Aid.
- Globo para montar.
- Bol grande Kitchen Aid.
- Termómetro de cocina.
- Batidora.
- Robot de cocina.
- Procesador de alimentos.
- Batidora de varillas.
Receta de merengue suizo:
En dos boles, separamos las claras y las pesamos. Cuando ya tenemos el peso de las claras simplemente tendremos que pesar el doble de azúcar blanco. Es decir si tenemos 150 gr de claras, deberemos pesar 300 gr de azúcar. Sencillo, ¿a que si?
Bueno, sigamos. Una vez pesadas las cantidades, las pondremos juntas en el cazo a fuego suave-medio, colocaremos el termómetro para controlar que la temperatura no pase se los 55-60 ºC y no se cuajen las claras, removiendo en todo momento con la lengua para deshacer los cristales de azúcar.
Para saber si se han deshecho los cristalitos, con las manos limpias, tocaremos con dos dedos la mezcla y si no notamos el azúcar es que ya está. Este paso es muy importante porque si no se han deshecho bien, el merengue no montará igual y cuando lo comamos notaremos los granitos sin deshacer. Lo retiramos del fuego y este sería el momento para añadirle alguna esencia o colorante si lo deseáis.
Vertemos la mezcla en el bol (a mi me gusta ponerlo en el grande) de nuestra Kitchen Aid y le colocamos el globo para montar y comenzaremos a una velocidad media (4-6) hasta que veamos que está a medio montar. Lo hacemos así para que las burbujas de aire sean lo más pequeñas posibles y así nos quede después un merengue más suave, firme y consistente. Cuando ya esté a medio montar, ahora sí, la ponemos a tope hasta que veamos que ha montado completamente. En este punto, podríais darle la vuelta a bol y ¡¡¡no caería!!! ¿A que es fácil?
Si no tenéis Kitchen Aid, podéis usar cualquier tipo de batidora, robot o procesador de alimentos que tenga varillas o globo.
Lo ideal es utilizarlo al momento pero si os sobra algo y no caéis en la tentación de comerlo a cucharadas, yo lo meto en un tupper tapado a piel a parte de colocarle la tapa para que entre el menor aire posible y no se endurezca la capa exterior.
Que os ha parecido?. Fácil, no?. Pues ya no tenéis excusa para hacer un merengue riquísimo y triunfar con los tuyos!!!